Hoy, mi reflexión va sobre lo peculiar de cada relato, ya que además de, pertenecer a etapas históricas diferentes, los relatos analógicos difieren a los digitales en diversos aspectos.
El relato analógico, el de toda la vida, nos muestra una historia prediseñada por el autor que, mediante una estructura convencional y estandarizada, nos presenta la narración. De manera que en el inicio nos plantea el conflicto presentando a los elementos significativos de la historia tales como los personajes, las acciones y los problemas en cuestión. En el desarrollo se muestran las acciones e intenciones de los personajes, es el momento de mayor tensión ya que es donde se desarrolla la trama y se llevan a cabo los conflictos.Por último en el desenlace se resuelve la trama con la cual concluye la historia, que puede prestar a interpretaciones libres posteriores, pero la historia es única e invariable mientras la lees.
Además de la secuencialidad y el orden prefijado de estos relatos, y por ende debido a esta famosa estructura que todo lo ordena, a nosotr@s también nos han restablecido desde este estandar (porque todo se ha diseñado de aquí para atrás con dicha estructura) pero ya eso da para otra reflexión.
Ahora, el relato digital no tiene porqué prestar secuencia alguna y su estructura no es lineal, ni se desarolla según tal orden prefijado. Tiene un inicio, que como una paleta de colores, el lector decide acorde a sus intereses entre lo que el creador ha diseñado para su lectura. Es verdad que existe también un plan prefijado por el creador, pero el lector puede decidir seguirlo o ramificar su estructura. Es por ello por lo que está sujeto a la teoría del caos, de la que cada un@ hace uso a su antojo y necesidad. Este nuevo relato ofrece multiplicidad de posibilidades mediante una lectura multilineal e hipermedial en la que, a través de hipervínculos que enlazan con otros hipervínculos, vamos dándole forma a nuestra personal construcción del relato. Cada lector multimedia va visualizando, ya no sólo textos y párrafos, sino también imágenes, vídeos y audios, que van estructurando la historia de manera abierta y libre según preferencias personales de cada cual.
Gracias a este nuevo modelo de construir relatos, podemos romper con las dinámicas homogeneizantes que nos invaden para crear nuestras propias historias mediante un FEED-FEED (Aparici 2012) que va más allá de la propia interactividad entre personas en las multipantallas, es una construcción conjunta, compartida y colaborativa.
A por la construcción de nuevos mundos desde nuestra propia perspeciva y experiencia...
Saludos iBy
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